Así lo entienden desde siglos atrás los chinos en su alfabeto:
Por separado, significan: Peligro y Oportunidad.
Juntas, tienen la acepción de: Crisis
Cada día, al hacer nuestra labor, observamos lo que realmente se ofrece desde la generalidad de las promotoras a las personas que buscan no cuatro paredes y un techo, sino la oportunidad de satisfacer sus anhelos, teniendo un hogar mejor, disfrutando de su intimidad, cuidando de su familia, mostrando su estatus a la sociedad, renovando la ilusión por conseguir aquello por lo que se lucha.
Cuando se comprende la psicología del comprador desde esta perspectiva, uno se empieza a dar cuenta de las oportunidades que están por desarrollar. Y empieza a hacerse preguntas importantes:
¿A qué se dedica realmente mi empresa?
¿Para qué tipos de clientes trabajamos y qué valor es el que les ofrecemos de un modo especialmente atractivo?
¿Qué busca en realidad mi cliente: Una vivienda o un HOGAR?
Esta situación que vivimos en este momento, puede ser para la mayoría un claro peligro de supervivencia. Pero, para nosotros: ¿No será en realidad una enorme oportunidad de dar un salto cualitativo en lo que estamos en condiciones de ofrecer a nuestro cliente de por vida?
Prudencio López
No hay comentarios:
Publicar un comentario